Embarazo de alto riesgo
Embarazo de alto riesgo
Satélite y Lomas Verdes,
Estado de México
Dra. Yedid Medina - Dr. Germán
Palacios . Ginecología Obstetricia .
Cirugía Laparoscópica
Dr. Germán Gabriel Palacios. Biología de la Reproducción
Humana . Médico Cirujano Militar - Ginecólogo y
Obstetra - Endoscopia ginecológica
Dra. Yedid Medina Nava. Medicina Materno Fetal
Médica Cirujana - Ginecóloga y Obstetra -
Endoscopia ginecológica
Star Médica Lomas Verdes, Piso 9, Consultorio 912, Naucalpan de Juárez
Ginecología y Obstetricia en
Satélite y Lomas Verdes
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Satélite y Lomas Verdes,
Naucalpan, Estado de México
Servicios médicos -
Ginecología y obstetricia
Se
define
un
embarazo
de
bajo
riesgo
aquel
que
presenta
evidencias
de
tener
las
condiciones
óptimas
para
asegurar
el
bienestar
a
la
madre
y
el
feto
y
carece
de
antecedentes
patológicos
o
epidemiológicos
que
aumenten
la
probabilidad
de
que
la
madre
o
el
feto
desarrollen
una
enfermedad.
Los
embarazos
de
alto
riesgo
se
dividen
en
tres
tipos:
Alto
Riesgo
Tipo
I:
La
embarazada
se
encuentra
en
buen
estado
de
salud
pero
presenta
uno
o
más
factores
de
riesgo
epidemiológico,
tales
como
el
analfabetismo,
pobreza
crítica
y
desempleo
familiar,
tabaquismo
y/o
alcoholismo,
un
embarazo
no
deseado,
etc.
Alto
Riesgo
Tipo
II:
La
embarazada
se
encuentra
en
buen
estado
de
salud
pero
presenta
uno
o
más
antecedentes
de
enfermedades
ginecológicas
u
obstétricas,
tales
como
bajo
peso
al
nacer,
incompatibilidad
Rh,
preeclampsia
o
eclampsia
o
una
cesárea
anterior,
entre
otros.
Alto
Riesgo
Tipo
III:
La
gestación
ocurre
en
mujeres
con
enfermedades
de
base,
tales
como
diabetes,
placenta
previa,
preeclampsia
o
eclampsia,
VIH,
etc.
Todo
embarazo
representa
riesgos,
sin
embargo
algunos
representan
mayores
riesgos
que
la
mayoría.
Son
llamados
embarazo
de
alto
riesgo;
este
término
se
refiere
a
que
el
estado
de
gravidez
puede
poner
en
riesgo
la
salud
de
la
madre,
del
bebé
o
de
ambos.
Para
identificar
un
embarazo
de
alto
riesgo,
se
evalúa
a
la
mujer
embarazada
para
determinar
si
presenta
condiciones
o
características
que
la
expongan
a
ella
o
al
feto
a
la
posibilidad
de
enfermar
o
morir
durante
el
embarazo
(factores
de
riesgo).
A
los
factores
de
riesgo
se
les
asigna
una
puntuación
que
se
corresponde
con
el
grado
de
riesgo.
El
hecho
de
identificar
un
embarazo
de
alto
riesgo
asegura
que
la
mujer
que
más
necesita
atención
médica
efectivamente
la
reciba.
Lo
más
importante
es
que
estés
consciente
de
que
si
cumples
con
alguno
de
los
factores
de
riesgo
o
el
ginecólogo
ha
diagnosticado
tu
embarazo
como
uno
de
alto
riesgo
debes
tener
cuidados
especiales
y
seguir
al
pie
de
la
letra
las
instrucciones
de
tu
doctor.
Una
mujer
embarazada
sin
riesgos
especiales
puede
sufrir
un
cambio
que
aumente
el
riesgo,
por
ejemplo,
la
exposición
a
teratógenos
(agentes
que
pueden
producir
defectos
congénitos)
como
la
radiación,
productos
químicos,
fármacos
e
infecciones,
o
bien
puede
desarrollar
una
complicación
médica
o
en
relación
al
embarazo.
Exposición
a
teratógenos
Los
fármacos
reconocidos
como
causantes
de
defectos
congénitos
cuando
se
toman
durante
el
embarazo
incluyen
el
alcohol,
la
fenitoína,
los
fármacos
que
contrarrestan
las
acciones
del
ácido
fólico
(como
el
triamtereno
o
el
trimetoprim),
el
litio,
la
estreptomicina,
las
tetraciclinas
y
la
warfarina.
Las
infecciones
que
pueden
provocar
defectos
congénitos
incluyen
el
herpes
simple,
la
hepatitis
vírica,
la
gripe,
la
parotiditis,
la
rubéola,
la
varicela,
la
sífilis,
la
listeriosis,
la
toxoplasmosis
e
infecciones
por
virus
Coxsackie
o
por
citomegalovirus.
Al
comienzo
del
embarazo,
a
la
mujer
se
le
pregunta
si
ha
tomado
algunos
de
estos
fármacos
o
ha
padecido
alguna
de
estas
infecciones
desde
que
quedó
embarazada.
Es
particularmente
preocupante
la
forma
en
que
el
tabaquismo,
el
consumo
de
alcohol
y
el
abuso
de
fármacos
durante
el
embarazo
afectan
a
la
salud
y
al
desarrollo
del
feto.
El
tabaquismo
es
la
adicción
más
frecuente
entre
las
mujeres
embarazadas
de
algunos
países
desarrollados.
A
pesar
de
la
información
creciente
acerca
de
los
peligros
para
la
salud
que
acarrea
el
tabaquismo,
el
porcentaje
de
mujeres
adultas
que
fuman
o
viven
con
alguien
que
fuma
sólo
ha
descendido
ligeramente
en
20
años
y
el
porcentaje
de
mujeres
grandes
fumadoras
se
ha
incrementado.
El
consumo
de
tabaco
perjudica
tanto
a
la
madre
como
al
feto,
pero
sólo
cerca
del
20
por
ciento
de
las
mujeres
que
fuma
abandona
el
hábito
durante
la
gestación.
El
efecto
más
marcado
del
tabaquismo
sobre
el
recién
nacido
durante
el
embarazo
es
la
reducción
de
su
peso
al
nacer:
cuanto
más
fuma
una
mujer
durante
el
embarazo,
menos
pesará
el
recién
nacido.
Este
efecto
parece
ser
mayor
entre
las
fumadoras
de
mayor
edad,
que
tienen
más
probabilidades
de
tener
recién
nacidos
de
menor
peso
y
estatura.
Las
fumadoras
embarazadas
también
tienen
más
probabilidades
de
tener
complicaciones
con
la
placenta,
rotura
prematura
de
membranas,
parto
anticipado
(pretérmino)
e
infecciones
uterinas.
Una
mujer
embarazada
que
no
fuma
debería
evitar
exponerse
al
humo
de
otros
puesto
que,
igualmente,
puede
perjudicar
al
feto.
El
consumo
de
alcohol
durante
el
embarazo
es
la
principal
causa
conocida
de
anomalías
congénitas.
El
síndrome
alcohólico
fetal,
una
de
las
principales
consecuencias
de
beber
durante
el
embarazo,
aparece
en
alrededor
de
2,2
de
cada
1
000
recién
nacidos
vivos.
Esta
enfermedad
incluye
retraso
del
crecimiento
antes
o
después
del
parto,
anomalías
faciales,
cabeza
pequeña
(microcefalia),
probablemente
causada
por
un
crecimiento
escaso
del
cerebro,
y
un
desarrollo
anormal
del
comportamiento.
El
síndrome
alcohólico
fetal
es
la
principal
causa
del
retraso
mental.
Además,
el
alcohol
puede
causar
problemas
que
van
desde
el
aborto
a
graves
efectos
en
la
conducta
del
recién
nacido
o
en
el
niño
en
desarrollo,
como
comportamiento antisocial y déficit de atención, entre otras.
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